Diana Patricia “La Macarena del Mundo” inspiró a nuestros héroes sobre ruedas a superar la discapacidad motora desde el baile

Ella llegó desde Caracas a Valencia con su energía y fuerza interior, para buscar que cada participante dejará atrás las limitaciones o miedos que pudiera sentir para bailar desde su silla de ruedas. Con Diana Patricia hablamos sobre su apoyo a Wheels Of Happiness Foundation, en el lanzamiento musical de la canción “Ruedas de Esperanza” de su experiencia al trabajar con este grupo de personas que llegaron dispuestas a ser parte de esta experiencia.

Diana Patricia “La Macarena del Mundo” sabía que su labor como coreógrafa y más en este caso, iba mucho más allá de enseñar unos pasos. Era asumir el reto de empoderar desde el baile a quienes avanzan  retando privilegios y venciendo obstáculos sobre ruedas.

Por: Alejandrina Uribe-Betancourt  

Cuando vemos el vídeo del tema musical “Ruedas de Esperanza” compuesto por Lucio Herrera Gubaira y que da nombre a nuestra campaña de crowdfunding musical para obtener fondos que nos permitan donar cientos de sillas de ruedas; la primera voz que escuchamos es la de Diana Patricia “La Macarena del Mundo” y de inmediato vemos su imagen dirigiendo a un grupo de personas en sillas de ruedas, voluntarios de Wheels Of Happiness Foundation en Venezuela y bailarinas profesionales; todos están en una cancha deportiva en Valencia, Venezuela.

La voz de Diana Patricia, enérgica y decidida da ánimo a los presentes, que siguen su directriz y al llamado de: “¡Arriba, vamos, vamos!” comienza este inspirador vídeo donde Diana Patricia con su baile flamenco por momentos y tropical en otros, emerge con su magia y liderazgo, para hacer brillar a nuestros héroes sobre ruedas, protagonistas de nuestra causa social.

Nos confiesa que el color rojo es su favorito: “Amo el rojo, así total”, y es que ella transmite  la pasión de este pigmento en la escena, donde ha recorrido con su arte y belleza las tablas de todo el mundo.

Con seis años de edad, comenzó a estudiar ballet, mas  a los 14 años debutó como bailaora profesional de flamenco con su nombre Diana Patricia. Luego el dúo español “Los Del Río” se inspirarían al verla bailar en Caracas en su arte para componer la famosa canción “Macarena” y fue así como surgió la mundialmente conocida: Diana Patricia “La Macarena del Mundo”, nombre con el cual ha construido una sólida trayectoria que la ha convertido en referente del baile flamenco de Venezuela para el mundo. Este 27 de noviembre arribará a sus 37 años de vida profesional ininterrumpida.

1) Diana Patricia eres bailarina profesional, bailaora, maestra de flamenco, además de coreógrafa. Cuando te plantearon  hacer la coreografía musical para personas en silla de ruedas. ¿En qué te inspiraste y cuál crees fue tu mayor reto al dirigirlas?

“Primero hay una nexo familiar,  afectivo el cual me vincula con la fundación. Lógicamente, ya no existía la posibilidad de negarme o rechazar el estar involucrada en la campaña. Eso fue lo primero, y lo segundo que lógicamente me tocó porque como lo estamos diciendo mi fuerte a nivel artístico es la danza, es trabajar con el cuerpo. Entonces, en pensar en algún momento en quedar sin la posibilidad de mover mi cuerpo, pues lógicamente para mí es algo que me afecta y me toca muchísimo. Aparte de eso, creo que cuando uno es un artista de años y de trayectoria, una de nuestras grandes responsabilidades es poder apoyar a diversas fundaciones. Entonces, había tres puntos por los cuales para mí era imposible decir que no”.

“Ese era mi trabajo, no hacer una coreografía solamente para bailarines… la cual esté basada en movimientos que permita que puedan hacerla personas de cualquier edad con ritmo, o sin ritmo y especialmente las personas con discapacidad (motora)”.  

2) ¿Qué aprendizaje te ha dejado a nivel personal y profesional el participar en esta experiencia al lado de la Fundación Wheels Of Happiness?

“Creo que cada proyecto profesional te deja un gran aprendizaje y una gran experiencia a nivel personal y profesional. Creo que esta vez me tocó más la parte personal, el tener que trabajar de cerca de primera mano con gente con discapacidad. En la academia yo he tenido niñas con la condición de síndrome de down (que no es una discapacidad), y he trabajado en diferentes certámenes como jurado por ocho semanas consecutivas con personas de con síndrome de down. He tenido en la academia personas con discapacidad, porque les falta una mano, porque no se les desarrolló y casualmente es la derecha. Entonces, el darle uno la vuelta para no decirle a esa persona que está excluida de un baile, de un proyecto o de una actividad.

En este caso a nivel personal, lograr romper la barrera sobretodo con la protagonista, porque es una muchacha que por su situación particular vive con muchas carencias, inseguridades, lograr penetrar ahí para sacarle una sonrisa, para sacarle un movimiento y unas ganas de que lo quisiera volver a hacer, 1, 2, 3 y 10 veces creo que fue el mayor aprendizaje”.

 3) Estamos acostumbrados a verte bailar flamenco. En Ruedas de Esperanza alternaste tus pasos de flamenco con otros ritmos caribeños y lo haces muy bien. Esto me lleva a preguntarte: ¿Además del flamenco qué otros géneros musicales amas bailar?

“Es correcto, todo el mundo me conoce como bailaora porque es mi fuerte. Pero yo soy bailarina, porque comencé ballet a la edad de 6 años. Hice por más de 15 años ballet, estudié jazz, tap, danza árabe y flamenco en paralelo (al final se decidió por este último). Bueno, hoy en día soy reconocida como la bailaora de flamenco y a nivel de ritmos latinos el que más me encanta es el merengue, bailo algo de tango y por supuesto el tema de Ruedas de Esperanza, mezcla una cantidad de ritmos latinos caribeños, lo cuales son muy fáciles y es un tema muy rico y digerible a la hora de ejecutar”.

4) ¿Cuánto tiempo te tomó crear la coreografía para la canción Ruedas de Esperanza?

“Realmente, me tomó tiempo el escuchar la canción. Para mí es súper importante cuando Lucio Armando me llama para el proyecto, y me manda la maqueta muchos meses antes. Yo le decía: ‘Lucio yo necesito tener el producto final, porque para mí como coreógrafa la música es la que me lleva a montar la coreografía’. Muchas veces uno tiene la idea de una escena. Sobre todo yo que he montado historias completas de principio a fin. Pero para mí es vital, tener la música que va a acompañar esa escena, sobre todo porque estamos hablando de danza. Entonces, fueron unos meses en los cuales se iban incluyendo diferentes instrumentos, pero hasta que no llegara ese producto final, no podía yo ponerme a trabajar en la coreografía”.

Explicó que Lucio Herrera le pidió: “una coreografía la cual luego la pueda ejecutar cualquiera, algo que sea sencillo. Ese era mi trabajo, no hacer una coreografía solamente para bailarines, que sea una coreografía la cual esté basada en movimientos que permita que puedan hacerlo personas de cualquier edad con ritmo, o sin ritmo y especialmente las personas con discapacidad (motora)”.

5) ¿Cómo crees que la música influye positivamente en la vida de las personas y más en personas que tienen alguna discapacidad?

“Wow, yo creo que la música influye emocionalmente en todos los seres humanos,  y nos ayuda a salir de muchos estados emocionales. En muchos casos uno puede estar triste y no solamente las personas con discapacidad. Todos los seres humanos podemos estar tristes y ponemos una música triste y nos podemos ir al foso. Pero si estamos tristes y ponemos una música que nos trae recuerdos bonitos o alegres, o simplemente sean ritmos que vibran alto. Salimos de esa tristeza. Entonces yo creo que para mí la vida, tiene que venir acompañada totalmente con música.

6) Tienes una academia de baile en Caracas, donde no hay límite de edad para aprender, ahora creaste una coreografía para personas con discapacidad motora. ¿Cuál sería tu mensaje para las personas que deseen aprender y tengan tal vez miedo por considerarse muy mayores o por tener alguna dificultad en su movilidad?

“Tengo una academia la cual se llama “El Rocío, Estudio y Flamenco”. La academia tiene 28 años de fundada, gracias a Dios seguimos  ahí a pie de guerra como quien dice. Las niñas comienzan ahí a la edad de 4 años y como te dije he tenido niñas con diferentes tipos de discapacidad, he tenido gente que no tiene oído rítmico, que es vital para bailar cualquier género de la danza. Pero lógicamente, uno como profesional, tiene herramientas y metodologías con las cuales logras que esa persona se mueva con el resto de la clase sabiendo que no tiene el ritmo. Pero logras, que esa persona vaya con la clase. ¿El límite de edad para bailar flamenco? En el Rocío y Flamenco se lo pone  uno mismo. Una persona puede llegar perfectamente de 70 años y tiene las ganas de aprender a bailar, y yo le garantizo que yo la voy a enseñar a aprender a bailar. Estamos hablando de flamenco”.

7) ¿Qué significa bailar para Diana Patricia?

Es la vida, simplemente yo no concibo la vida sin bailar. Yo no concibo la vida sin un escenario, sin un proyecto el cual de verdad me apasione. Porque ojo, no todos los proyectos me han apasionado. Ay proyectos, que he tenido que hacer porque bueno, me requieren, me interesan económicamente o tengo que cumplir porque tengo que hacerlo. Pero lo más importante es que el proyecto me apasiones y pueda darle rienda suelta a todo ese volcán de energía y de creatividad posible.

8) En otras entrevistas has hablado de la figura de tu madre y tu abuela y la influencia positiva ellas son para ti. ¿Qué significan ellas para ti?

“Wow, esas dos mujeres son figuras súper, súper importantes en mi vida. Mi abuela Amanda y mi  madre Amanda. Las dos mis bastones, mis columnas me apoyaron desde el momento que dije que quería ser artista.

Cuando en mi familia no existía ningún artista, y vengo de una familia tanto materna como paterna de profesiones digamos que tradicionales: abogados, ingenieros, militares. Entonces, el decir que iba a ser artista fue así  como romper totalmente el celofán. La norma, la costumbre y el deber ser. Pero, mi abuela que era la matrona de la familia, dijo inmediatamente que sí, que no había ningún problema. Y por supuesto mi madre totalmente. Estas dos mujeres para mí son, han sido súper importantes. Entonces creo que darle gracias a la vida por haberlas tenido como abuela y como madre. Aunque las dos realmente fueron madres. Porque mi abuela Amanda fue mi madre”.

8) ¿Cuántas horas al día prácticas baile? Haz hecho del baile tu profesión, concibes un día sin bailar.

“Depende si estoy montando un espectáculo, o un proyecto porque a veces entramos a la academia y pasamos 8 horas de ensayo. Depende del proyecto en que estés y de la magnitud que sea, en mi formación normalmente, eran cinco horas de danza diaria, cuando yo empecé. Cinco horas de lunes a viernes”.

9) El personaje más reciente que has vuelto a interpretar como bailaora en los escenarios es Doña Bárbara. ¿Por qué quisiste hacer esta adaptación de la novela de Gallegos al mundo del flamenco y qué  tiene Diana Patricia de Doña Bárbara?

“Doña Bárbara, para mí como bailaora venezolana es un personaje sumamente importante, te cuento. Porque yo fui la primera bailaora venezolana en fusionar el flamenco con la música venezolana, con música nuestra. Lo hice por primera vez con el pajarillo en el año 2001. De ahí me vino la idea. ¿Qué pasa si yo monto una historia completa? En el ballet existe una Giselle, una Julieta. Y me dije: ¿Por qué no hacer algo venezolano? Y comencé a investigar y ahí estaba Doña Bárbara esperándome.  

Yo creo que los personas lo escogen a uno. Uno no escoge el personaje. Ha sido uno de los trabajos más encantadores, más apasionantes.

El ir investigando, por eso tienes que formar el personaje tal cual como un actor. Entonces, tienes que formar el personaje en la totalidad, luego leer y releer el libro hasta que consigas los puntos que te impactan a ti, y entonces vas entrelazando para poder llevar la historia completa de principio a fin, y saber cómo llegarle al espectador y qué música necesitas para cada escena.

Entonces, esa parte creativa es la que más disfruto y más me gozo, es cuando estoy realmente en mi mundo, en mi yo con yo y en mi personaje y creando el espectáculo que quiero llevar a cabo.  Lo monté por primera vez en el 2003 y hoy día en el 2022 Doña Bárbara en el punto que yo quería que llegara a estar”.

10) Desde tu experiencia como artista: ¿Cómo crees tú que el arte, en sus distintas facetas, ayuda a las personas a tener una vida más plena a nivel emocional o incluso a sanar el alma?

“Alejandrina, yo creo que el artista nace, no se hace. La persona que es artista nace con esa vena artística y por supuesto si tiene la suerte de descubrirlo a temprana edad, de prepararse. Es muy importante preparase -Hace énfasis aquí para luego añadir- y estar clara en qué genero de la vida del mundo artístico se quiere desarrollar. Pues es una ventaja y es una virtud.

Los artistas no somos seres normales, somos seres diferentes, con una sensibilidad si se quiere mayor que muchos y siempre estamos como en nuestro mundo. Entonces, emocionalmente somos una montaña rusa porque el arte es emoción.

Uno hace arte para emocionar al público, al espectador.  Creo que más que sanar el alma, sanamos la vida, o influimos. Ahora que está tan de moda esta palabra der ser “influencers” yo creo que antes que esta palabra se pusiera de moda yo he sido influyente en la vida de muchas alumnas mías, las cuales a través de la formación de la danza han logrado tener disciplina persona y profesional en otras áreas.

Uno para dar clase tiene que tener algo de psicología o bastante porque vas aprendiendo a conocer a tus alumnas, para saber cuando vienen de buenas o de malas, y saber que están funcionando como ellos quieren. Entonces, les toca aprender a conocer.

Finalmente, le preguntamos sobre su disciplina de entrenamiento musical, y sobre sus debilidades gastronómicas de la comida venezolana y española, debido a que es una venezolana famosa por su baile flamenco. También le pregunto si hay otro tipo de gastronomía por la que ella tenga fascinación. Aquí ella nos confiesa con complicidad total:

“Soy el ser de más buen comer que existe en el planeta tierra. Fui tan fastidiosa chiquita para comer y me obligaron tanto a comer, que ahora es al revés, porque ahora hay que obligarme para que no coma. Amo unas caraotas bien hechas con arepa, ósea es una cosa que enloquezco. De la comida española, los calamares en su tinta y los preparo, qué bueno… para comerte dos canillas con la salsa de ese calamar en su tinta preparado por mí y de la gastronomía que no es española. Una buena pasta, soy amante de las pastas, una pasta bien cremosa, me encantan las pastas con crema y con mucho queso parmesano un buen ruggeri. Pero como me estás oyendo soy una comelona total”.

Aquí descubrimos otra faceta, la de Diana Patricia que ama cocinar, y la cual ella comparte muchas veces en su cuenta de Instagram donde muestra a sus seguidores su arte y salero frente a los fogones.

Cuando le pido anécdotas de su experiencia con el vídeo Ruedas de Esperanza, comenta hoy entre risas, que fue un trabajo maratónico desde que llegó de Caracas “directo a la cancha y pasé más de 10 horas sin ir al baño, aguantándome las ganas de ir al baño- confiesa entre risas. Para concluir con humildad y emoción:  “Dando toda tu energía como te lo dije al principio, para esas personas que estaban ahí con esa energía apagadita, con esa luz un poquito triste. Pues nada, romper el celofán y poder sacarles una sonrisa”

Sin duda, esas sonrisas y el hermoso resultado del vídeo, es lo que más la ha llenado de emoción, y de sentir que el esfuerzo y horas de dedicación dieron su fruto en pro de esta noble causa, de la cual Diana Patricia se siente orgullosa de ser parte y agradece a Wheels Of Happiness Foundation por esta experiencia única y cuyo emotivo y alegre vídeo podemos ver en el canal de Youtube:  “Lucio,  Prosa y Canción”.  https://www.youtube.com/watch?v=PA6RQKEDdCo

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